“La utilidad de la copa, radica en que está vacía”. – Bruce Lee
La semana pasada hablé un poco del auto cuidado y sobre que no nos podemos servir desde una jarra vacía. Pero ¿qué hacemos cuando nos sentimos completamente vacíos?
¿Alguna vez te has sentido exahusto, o totalmente vací@?
En ocasiones, nos sentimos vacíos de pasión o creatividad, sin nada de energía ni ideas, completamente desiertos de inspiración o motivación.
Me parece que es importante recordar que está bien sentirse vacíos.
De hecho, para verlo desde otro ángulo, en algunas culturas, estar vacío es bueno.
En el Budismo Zen, se habla acerca de algo llamado la Mente de Principiante. La mente de principiante es un estado que hasta los practicantes más avanzados intentan lograr. El tener una mente como de principiante, significa que estamos disponibles para aprender y crecer. Si en cambio, estamos repletos de conocimiento, ideas y opiniones, pues, entonces ya no queda sitio para mucho más.
Con frecuencia, al practicar esta idea de Mente de Principiante, se emplea la analogía de una copa. Una copa que ya está llena no se puede llenar con nada más. Una copa vacía tiene todo el potencial del mundo.
Entonces,esto es algo que creo vale la pena explorar, el asumir por completo tu vacío.
En tanto instructores, a veces nos sentimos vacíos. Está bien eso de tener falta de inspiración o motivación. Yo sé muy bien como es esto de ser instructor de disciplinas de movimiento. Muchos de nosotros, maestros o instructores de disciplinas de movimiento, trabajamos en diversas horas en el día, y en ocasiones el trabajo es muy ajetreado, o en cambio inconsistente, y eso definitivamente afecta nuestro nivel de energía. Permítete estar vací@ antes de que aspires llenar tu ser nuevamente. Incluso si se trata de una cuenta de banco vacía (jajaja, a veces así pasa también) o si te sientes completamente cansado y con la pila agotada. Permítete con gozo el estar vacío.
El trocito de sabiduría que les dejo esta semana es este…
Vacía tu copa. Y entonces vé con qué se llena.
A continuación… pide ayuda. Reza. Lee un libro. Duerme. Siéntate con esa sigilosa vaciedad, hasta que un fiel susurro llegue a decirte qué es lo que sigue. Cree en el hecho de que Dios es Bueno. Confía en que el Universo siempre proveerá. Todo estará bien.
Con amor,
Ashley
P.D.: Si yo puedo apoyarte en tu camino en cualquier forma, por favor hazme saber. Y, si tú conoces a alguien que podría apreciar este pequeño mensaje, no dudes en compartirlo o re-enviarles esta publicación. Me honra servirles aquí y dar recursos para mayor crecimiento y descubrimiento. 🙂 Bendiciones, Ashley
Escrito por Ashley Meeder