“¿Con qué cosas eres rígido(a)? ¿Qué cosa es inflexible en tu vida? ¿Qué parte de tu cuerpo está rígida? Y, ¿cómo puedes trabajar con eso?”
Yo hago con frecuencia estas preguntas en mis clases.
Pero, al igual que muchas cosas que he aprendido que el enseñar y hacer estas preguntas no sirve de nada, si yo misma no me lo aplico.
Fíjate que la semana pasada yo me puse bastante enferma. Tanto así que tuve que cancelar parte de mis talleres y clases; esto interrumpió mi horario, mi trabajo, todos mis compromisos, lo mismo que me imposibilitó aceptar invitaciones para reunirme con los amigos.
Para quien ya me conoce, es bien sabido que he tenido algo de malestar estomacal desde que llegué a México (¡es de las pocas cosas malas que me han pasado aquí!). Me ‘dio’ de todo: Tifo, La Revancha…, y lo que se te pueda ocurrir. De alguna forma, esto llegó a ser parte de mi vida. “Ashley y sus problemas estomacales”. Tanto así que me hice rígida al respecto. Era casi como si yo hubiera decidido que siempre iba a ser así. Como si no hubiera otra opción…prácticamente al extremo de que ya ni me importaba, el hacer daño a mi estómago al comer cosas que sabía que no le harían bien a mi estómago… yo tan solo pensaba… “qué caso tiene”.
He ahí la rigidez. El no querer cambios. O el perder el conocimiento de infinitas posibilidades. De la creatividad.
Pero esta última vez, algo me sacudió. Me enfermé mucho peor que en ninguna otra ocasión, de hecho, sigo en recuperación. La afección fue lo que me hizo humilde. Me ubicó, motivándome a buscar una mejor forma. Justo para mí, se trata de mi propio viaje, 
tengo que apropiármelo. No va a ser la centena de consejos de los demás: “toma esto, toma lo otro, come esto, no comas aquello”. Así no, tiene que ser mi propia exploración.
Así que ahora, realmente lo deseo. He abandonado la rigidez y el hábito de concentrarme en mis limitaciones, y me siento feliz de haberlo hecho. Ahora entro al flujo de la creatividad, la posibilidad, las opciones y el movimiento. No me quedaré atascada. Transitaré por este reto.
Esta es la lección que aprendí en las semanas pasadas. En ocasiones, las lecciones resultan dolorosas, pero siempre tienen aprendizaje y crecimiento consigo. Muchas gracias por permitirme compartirlo.
Y esta semana, como parte de mi serie de videos restaurativos, te comparto un video justo con esa idea. Acerca de mover el cuerpo en espiral y rotaciones. Este video busca motivar el movimiento con creatividad, para decirle adiós a la rigidez en el cuerpo, y sentir flujo y movimiento. Generalmente, al trabajar en forma física con el cuerpo, adquirimos la facultad de manifestar cosas mucho mayores de nuestra vida.
Y así es como yo te invito, te invito a que acaso estés alerta, dispuesto notar: ¿Sobre qué cosa eres inflexible en esta semana? ¿Qué cosa podrías dejar pasar? ¿Qué cosas puedes transformar? En cuántas formas puedes moverte desde un callejón sin salida hacia un mundo de posibilidades. 🙂
Namaste,
Ashley
